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5 de enero de 2011

En la FM Inti Manta :: MOCASE - VC

Conviviendo en la Inti Manta
Qué mejor comienzo podíamos tener que pasar la primera noche en la radio. Los días que siguieron la radio FM Inti Manta fue literalmente nuestro hogar…
El tren nos había dejado en Pinto a eso de las tres de la madrugada…un rato más tarde llegó Cototo a nuestro encuentro. Charlamos un rato en la estación a la luz de la luna y con un clima que hasta con musculosa un sentía un poco de calor, si uno cerraba los ojos y solo se guiaba por la temperatura podía pensar en que eran más las diez de la mañana que las tres o cuatro…
Ya nos habíamos conocido un poco más…así que decidimos arrancar nomás… cargamos las mochilas y seguimos al cumpa que nos guiaría hasta la radio…
Como llegamos en la madrugada del sábado se escuchaba música por varios rincones del pueblo…sin embargo poca gente se veía por esas calles de tierra… en eso vemos la antena a lo lejos…
La antena estaba en medio del terreno, rodeada de tres construcciones…un galpón abierto, una casa y otro lugar que luego descubriríamos que era el estudio….
Nos quedamos un buen rato continuado la charla con Cototo y contemplando la noche…ya ahí la música no se escuchaba…se podía disfrutar el silencio. Cuando ya nos vencía el sueño a los tres…Cototo nos hace pasar a la radio. Entramos y nos dice que podíamos dormir sobre los colchones que tenían ahí…pero antes entramos en el espacio de atrás para ver el estudio…
La radio es muy joven, tiene un año y medio de existencia…así que aún sigue un poco en construcción... Por ahora el estudio y la consola están en el mismo espacio….así que los que hablan son los mismos que musicalizan lo programas…
El estudio nos enamoró a primera vista…pequeño pero hermoso…cálido…acogedor.
Luego siguió sacar las bolsas de dormir y repartirnos…nosotros descansamos en el primer espacio y Cototo se tiró en la parte donde en un futuro pondrán la consola….
Viviendo en la radio

A laburar
Al otro día por la mañana mientras tomábamos unos mates, Cototo nos  enseñó la radio por dentro, la consola, el micrófono, las disqueteras, y la pc que nos pidió que metamos un poco de mano.
Al rato, como si ya estuviese todo preparado de ante mano, preguntó “¿saben algo de electricidad? “Obvio, soy técnico electromecánico” respondió Pato, entonces de a poco sacó desde el último estante del estudio una caja media rota y llena de polvo que en su interior tenía un artefacto cuadrado de metal (un estabilizador). Teniendo en cuenta que nos faltaba unos terminales para colocarlo y el programa de Champa (Omar) empezaba en su horario habitual de 14.00 a 16.00 salimos rápido a recorrer ferreterías con nuestro amigo Cototo, después de muchas  preguntas, una buena insolación y un poco más de polvo (que corre por las calles) en nuestro cuerpo llegamos y lo pusimos.
Por la tarde ya, Champa (encargado de prender la radio al mediodía) hizo su programa y después llego Marina para hacer el suyo también. Muchos mensajes y chámame a pedido son el común denominador de los programas de la radio. Ramón Villalba con su “auto azul” y Gastoncito Suárez…los preferidos de la tarde.
Después de los dos programas, Javier nos propuso hacernos una entrevista, y eso hicimos mechado con música hasta que se apagó la compu del estudio…ahí pusimos la nuestra y pasamos música. La dinámica era la siguiente, Pato pasaba música, Javier preguntaba qué cantante era, Pato le decía y cuando salía al aire y se olvidaba Paula le soplaba y contestaba las preguntas repentinas de Javier. Más tarde llegó Martín, de 11 años, con su tío Chenano para hacer su programa.
Al otro día, a raíz de la lluvia de la noche no había luz, el estabilizador marcaba alta tensión y cortaba la tensión de toda la radio cada dos minutos, con lo cual necesitábamos un tester para poder medir si no andaba el estabilizador o si la tensión era mucha. La segunda idea fue la que ganó. Luego de recorrer todo el pueblo y pedir a todo el mundo un tester…lo terminamos comprando por $ 50 en el único lugar donde quedaba uno.
La medición nos desorbitó, “nunca ví tanta tensión” (Pato). Donde tiene que haber 220 volts ¡había 260 volts! y donde tiene que haber 380 volts había 420 volts…una locura.
A los dos días de poner el estabilizador nos pidieron que lo saquemos porque si no la radio no podía funcionar, ya que no había luz. Lo sacamos y quedó todo como antes pero ahora por lo menos tenían un tester para medir.
Por la tarde vino Walter (el profe) una de las voces más carismáticas de la radio y nos dijo que tenía una changuita para nosotros, si queríamos armar una publicidad de un baile, que los organizadores pagarían  $ 40 y obviamente que dijimos ¿por qué no?
Así fue, la joven manos de tijera Paulita se encargó de todo, lo grabó y lo empezó a editar para el otro día. Al otro día lo pasamos a cd y Walter trajo la plata, con la que solventamos la mayor parte del tester que le quedaba a la Inti Manta…  

Tallereando
A lo largo del largo proceso que llevó armar Proyecto Radio Mochila, una de las ideas que surgió era la de que, si se diera la posibilidad, armar algún taller en conjunto con alguna radio…quizá para los chicos de una escuela o del barrio. Pero lo pensamos como más a futuro cuando ya estaríamos más en viaje, un poco más entrenados, después de haber conocidos diversas experiencias. Pero desde que salimos de Buenos Aires que las vivencias nos van sorprendiendo día a día…
Como algo ya contamos…en Fm Inti Manta enseguida hubo una conexión muy fuerte con los cumpas que íbamos conociendo… y de pronto nos encontramos haciendo un montón de cosas en la radio que iban surgiendo…nosotros encantados…no pensábamos que ya en la primer parada íbamos a poder aportar tanto…
A los dos días de estar allí…Cototo nos pregunta si nos gustaría armar un taller de edición de audio…porque creían que con algunas herramientas podrían ir de a poco armando muchas más cosas para la radio…
En el taller
Así fue que hablamos con uno con otro para definir fecha, para definir si sería abierto a la comunidad o solo por el Mo. Ca. Se…
Una vez definido que el miércoles lo haríamos, empezaron a avisar a la gente del campo por si alguno quería venir…pasamos por la radio el anuncio…a comprar papel afiche y a armar cómo organizaríamos el taller…nos tomamos el martes para dedicarnos a eso…
Llegó el día y luego de un riquísimo asadito al cual nos invitaron…arrancamos…
En el taller con nosotros éramos diez…y habían podido venir algunos del campo…así que felices…
Nos divertimos mucho en las cuatro horas que duró…y entre todos pudimos armar un separador para la radio… 

Navidad en el campo
Varios de los cumpas que íbamos conociendo nos decían que sería bueno que fuéramos al campo a conocer a las comunidades…y la verdad que a nosotros nos encantaba la idea…el problema era el traslado. Es muy loco pero si uno no tiene transporte propio, viajar del pueblo al campo, es decir unos 30 km, cuesta alrededor de $200, lo mismo que viajar de Pinto a Bs. As.! Sí..una locura…
Otro impedimento era la lluvia…si llueve por como es el camino no es posible llegar.
Los días pasaban y las ganas, tanto de nosotros como de los cumpas, estaban pero los medios eran complicados…
Así llegó el miércoles, día en el que se dieron distintas condiciones y finalmente pudimos viajar al campo…
Como el miércoles fue el día que armamos el taller de edición…habían venido algunos chicos desde el campo a participar…
Hacia el atardecer charlando con Omar, el hijo mayor de la familia Aguirre, quien había traído a su hermana Estela al taller…nos pregunta si queríamos ir para el campo ya que estaba con la camioneta y podía llevarnos, pero nos anticipó…”piénsenlo…miren que si llueve por ahí se tiene que quedar dos o tres días porque no hay forma de volver…ah y hace más calor que en acá en el pueblo”…nos miramos…por los días no había problema y por el calor…era difícil imaginarse como podía hacer todavía más calor…pero bueno no sería un impedimento. Arriba mochilas en la caja…luego nosotros…y al campo nomás…
A la distancia pensamos..sí realmente hizo mucho pero mucho calor….pero la verdad que cada momento vivido con la familia Aguirre…no nos hará arrepentirnos jamás de haber soportado esas temperaturas…
Llegamos a eso de las 11 de la noche…la luz de la luna iluminaba como si hubieran diez faroles prendidos…claro, algo que sería imposible…porque en el campo no hay electricidad…
Esa noche corría una brisa hermosa…así que nos sentamos a respirar ese aire fresco, limpio…y a conversar con Cristina y Pocholo, los padres de Omar y sus nueve hermanos…
Al llegar la hora de irnos a dormir…ya nos empezábamos a sentir como si nos conociéramos de hace mucho…
Nuestro cuarto en esos días fue la querida carpita que armamos debajo del techo del rancho. A la noche se dormía con una tranquilidad y frescura…pero a la mañana…6.30 arriba! Porque el sol pegaba de frente y la carpa pasaba a ser una especie de sauna.
Los días en el campo, conviviendo con los suris y pasando la navidad
Fue una Navidad que en principio uno diría muy distinta…fuera de la ciudad, en pleno campo y con un familia que habíamos conocido hacía dos días…sin embargo ya a esa altura ya todos sentíamos que éramos parte de la familia…y descubrimos que las tradiciones se mantiene al parecer en todos los rincones del país…la mesa larga...los manteles navideños…y toda comida casera y fresquita..(al cabrito lo habían carneado unas horitas antes nomás…ahí a pasitos de donde estamos cenando). A las doce el brindis con sidra…y siguieron los pan dulces, los confites, turrones…una noche hermosa y en familia… 

La despedida
Nos llenó de emoción cuando después de diez  días al despedirnos porque ya partíamos a otros rumbos…nos abrazábamos y nos agradecían por haber estado viviendo con ellos, compartiendo y por lo que les habíamos dejado como conocimiento…y nosotros decíamos que al contrario que gracias a ellos por habernos recibido como si nos conocieran de siempre…por abrirnos las puertas de par en par y por enseñarnos su lucha y su forma de resistencia…
Juntos concluimos que a pesar de ellos resistir por la tierra y nosotros por la democratización de la comunicación…en el fondo estábamos en la misma lucha…y que el puente quedó ya tendido para en el futuro volver a encontrarnos. 

La radio es el mensaje, de texto.
Para cualquiera que en algún momento haya intentado abordar las teorías de la comunicación desde algún punto, le sonará la frase de Herbert Marshall McLuhan “el medio es el mensaje”, con la cual se hizo famoso y odiado por los que pensamos que no solo el medio es el mensaje sino lo demás también, por eso tenemos radios privadas, populares, comunitarias, de izquierda a derecha. En el caso del Mo.Ca.Se.-Vía Campesina no tiene sentido repetir desde dónde hacen la radio pero está muy bueno ver cómo la radio vuelve a ocupar las funciones que marcaron su excelencia.
Al principio lo tomamos como algo más, pero después, cuando estuvimos en el campo, resignificamos mucho más el papel de la radio y el mensaje; por ejemplo cuando escuchábamos que alguien mandaba un mensaje a la Inti Manta para que otro le avise a alguien que pase a buscarlo al otro día o que le avisen a fulanito que prenda el celular porque su hermana necesitaba llamarlo. Eso lo aprendimos en el campo, al ver que los cumpas caminaban hacia el árbol, único lugar que tenía señal, para mandar un mensaje a la radio porque seguro la estaban escuchando en algún otro lugar del campo donde no llega el celular pero sí la radio que solo lleva pilas.
Para nosotros el mayor logro de las radios del Mo.Ca.Se.-VC es recuperar las voces que siempre estuvieron, pero otros no les daban el lugar, su verdad, sus músicas, sus mensajes, sus denuncias.
GRACIAS MO.CA.SE. POR MOSTRAR TAN SIMPLE LO QUE LOS LIBROS LLEVAN AÑOS EXPLICÁNDONOS SOBRE EL DERECHO A LA COMUNICACIÓN, A LA LIBERTAD DE EXPRESION Y LA HORIZONTALIDAD.

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