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12 de julio de 2012

¿Será que algo está cambiando?

“Estoy feliz del momento histórico que me tocó vivir”

No es frase de ningún político, ni prócer latinoamericano. Nos la dijo una de esas tantas personas anónimas. Aquellas que creen que otra forma de hacer las cosas es necesaria y posible. Pertenece a una chama (expresión venezolana para nombrar a los adolescentes), homónima de una actriz venezolana, más reconocida en Argentina que en su propio país. Se llama Grecia Colmenares y tiene unos 17 años. La conocimos en el taller que hicimos en un secundario de San Cristóbal, en el Estado Táchira, Venezuela.




Gracias a los compas del colectivo RAJULI y el apoyo de Ministerio del Poder Popular Para la Cultura – Gabinete Táchira - (sí, ahora todos los ministerios se llaman "del Poder Popular para...."), logramos coordinar dos talleres bien diferentes y que disfrutamos mucho. 

El primero lo hicimos durante toda una semana en el liceo “Simón Bolívar” de la ciudad de San Cristóbal. Participaron adolescentes de ese liceo y de otros. Son chamos con los que da gusto conversar…muy comprometidos con el proceso que vive la República Bolivariana de Venezuela, con sus grises, con sus matices, pero que vale vivirlo y sobretodo involucrarse.


 

Conocimos jóvenes de entre 14 y 17 años que creen en la política como herramienta de lucha y de cambio. Que son conscientes y críticos de los mensajes de los “medios masivos de información”. Especialmente en un país donde hace 10 años hubo un golpe de estado, donde las grandes cadenas de radio y televisión fueron no solo cómplices sino participantes (reconocido por ellos mismos) del golpe. Sugerimos ver la peli: “La revolución no será televisada”.





El otro taller lo hicimos en un pueblo, uno de esos lugares que nos encanta conocer. Pueblos que no son turísticos, que la vida es más tranquila. En este caso fue en San Vicente de la Revancha, un lugar que casi los mismos venezolanos no conocen. Al estar tan cerquita de los límites con Colombia, muchos piensan que pertenece a este país vecino. 

Allí, un grupo de personas viene hace años con ganas y sueños de tener una emisora comunitaria que ayude a la comunicación en la zona. En San Vicente hay un infocentro comunitario, instalado por el Estado, y donde quien quiera puede acceder gratuitamente a Internet. Pero la señal de los celulares casi no llega y no todos tienen línea fija. Por lo que una radio sería un medio fundamental. Pero además para poder expresarse, contar quiénes son, que sienten. Para poder ejercer el derecho a la comunicación.

 

Nos recibió esa gente que es especial. Que con dos palabras y un gesto ya te hace sentir parte de ese lugar, de esa familia. Gente linda, sincera, transparente. Esa gente que cuando uno pasa por la puerta de su casa, te chiflan para que pases a tomar un cafecito.

El taller duró una semana. Surgieron charlas y debates que nos sorprendieron.


Entre los participantes estaba Bernardo, un hombre que con sus 81 años era el que más claro tenía las cosas, el que primero llegaba, el que alentaba al resto para que se siguieran juntando y sacaran adelante la emisora, y el que nos dijo que siempre es tiempo para aprender algo nuevo.

Como aún no tenían equipo, y en sí nada de la emisora, no habíamos pensado hacer alguna práctica. Pero en esos días nos enteramos que les habían donado un transmisor variable. Es decir, un aparatito que con solo enchufarlo y seleccionar una frecuencia libre se podía transmitir unas cuadras a la redonda.
Cuando llegó el último día del taller, alguien dijo: ‘¿y si hacemos un prueba de radio con el transmisor?’ No hizo falta decir más, que ya todos habían coordinado hora y lugar para el encuentro. 



A la tarde nos juntamos en la calle, frente a la heladería. Ahí armamos una mesa con nuestra compu y el grabador. Durante el día habían corrido la voz de que a las cuatro sintonizaran cierta frecuencia. La emoción de todos era muy grande, se notaba en sus caras sonrientes. Y así cada uno fue sentándose frente al micrófono y hablándole a sus vecinos, o contando un cuento o simplemente convocando a que más personas participen del proyecto…

Fue tanto el entusiasmo que repetimos la experiencia dos días más…





Esos momentos, esos encuentros, son los que le dan más sentido al viaje…los que nos cargan de energía y más convicciones…esos sentimientos de hermandad que nos quedarán marcados a fuego. 

Llegó la despedida y no faltaron lágrimas en los ojos de ambos lados. Soñamos con volver algún día a San Vicente de la Revancha y que al ir llegando veamos a lo lejos la antena de esa radio…



En la escuela los chicos grabaron dos micros y en el pueblo grabamos esas primeras palabras que sonaron en el éter…quien quiera oír estos sonidos en viaje, pase por nuestra audioteca: ESCUCHAR

1 comentario:

  1. Chicos!! Será que hoy estoy sensible, pero me hicieron emocionar!! Qué lindo lo que hicieron y lo que hacen! Qué lindo que puedan recorrer y descubrir la parte más importante de un viaje: su gente y sus sentimientos!
    Me trajeron muy lindos recuerdos de nuestro proyecto y nuestro paso por esos pueblos y escuelas... Qué lindo!! Gracias!!
    Qué siga todo bien!!! Feicitaciones!
    beso grande!
    y Mucha Magia en el Camino que eligieron siguir!!

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