botones

21 de abril de 2011

Marcha y contra marcha a la boliviana


Potosí, fundada el 1° de abril de 1545, ubicada casi en el centro de Bolivia, la ciudad más rica y con más habitantes del Virreinato del Río de la Plata,  nunca dejó de ser una ciudad pobre, a pesar que se dice que con el oro y la plata extraídos alcanzarían para hacer un puente metal macizo hasta Europa. Aquí nos encontramos los días donde el conflicto sindical se agudizó.



Luego del “gasolinazo” de diciembre del año pasado, donde el gobierno tuvo que dar marcha atrás por presión popular, las cosas en Bolivia no quedaron bien, el incremento de precios nunca volvió atrás, aunque la medida sí.
La C.O.B (Central Obrera Boliviana), con fuerte tradición y resistencia aún en los peores períodos de la historia boliviana, comenzó con el reclamo salarial.
Los hechos fueron desencadenándose hasta la semana pasada en que la C.O.B decidió la huelga indefinida para lograr el incremento salarial del 15% y otros reclamos, como la derogación de la ley que posibilita el libre mercado (oferta y demanda de todo, sancionada por los anteriores gobiernos neoliberales) y leyes a través de las cuales el Estado Nacional no se responsabiliza por los trabajadores municipales sino que dependen de las provincias, como así también el mal funcionamiento de la Caja (obra social), entre otras cosas.
La crónica tiende más a un cambalache que a una detallada y ordenada organización de los hechos y los factores, ya que todo estuvo muy revuelto por acá y las cosas cambiaban minuto a minuto.
Al igual que en Argentina, con la extrema izquierda, los dos polos (gobierno-C.O.B) se acusaron mutuamente de ser de derecha, de tener políticas neoliberales y de hacerle el juego a la derecha.
El miércoles 14 a la noche en la ciudad de Potosí unos cinco mil potosinos marcharon con antorchas y cánticos por la ciudad, al ritmo de las detonaciones de dinamita que en algunos casos explotan muy cerca de los manifestantes, o rompen vidrios de las casas.
Las banderas son muchas, y en la masa la incontinencia verbal encuentra salida, al grito de “muera Evo” o “caiga el dictador”, la marcha camina y rodea la plaza, adelante con la bandera de la C.O.D (Central Obrera Departamental), ex dirigentes del MAS (Movimiento Al Socialismo), el principal representante del sindicato de prensa, representantes del sindicato de mineros y del magisterio urbano fuman y caminan.
La plaza se ve rodeada de antorchas de lata y palos, de a poco algunas se tiran en los cordones generando grandes humaredas.


Discursos duros sobre todos los puntos (aunque a esa altura las negociaciones del gobierno y la C.O.B solo estaban trabadas en el 10% que ofrecía el gobierno y el 15% que pedía la C.O.B), los dirigentes enardecidos por la masa, decían que “es un gobierno de derecha, pro-imperialista, a pesar de echar al embajador yanqui”.
El acto termina con la promesa del ampliado (especie de congreso extraordinario) al otro día y la quema de dos muñecos con carteles de Evo y del Ministro de Economía, respectivamente.
El jueves 15, el ampliado de 40 personas decide, de manera poco democrática,  intensificar las medidas de fuerzas el día viernes, cerrar las garitas y tomar las instituciones públicas, a pesar de la reunión acordada para el sábado 17 con el Gobierno. Los dirigente que conducen la mesa del ampliado parecen tener resuelta las cosas de ante mano, una vez decidido que se encrudecerían las medidas de fuerza, informan qué sindicato bloqueará cada entrada y salida de la ciudad.
El viernes 16 se paraliza todo el país, los medios de comunicación enemigos del gobierno fogonean todas las situaciones, los mismos obreros que en otras épocas eran los enemigos de la economía, hoy son los heroicos luchadores…
La situación se tensa aún más cuando el presidente anuncia que por otros compromisos no irá a la reunión convocada para el sábado en La Paz (a pesar de que los trabajadores reclamaban su presencia y no la de los ministros, que según ellos son los culpables de la situación).
Por la tarde, la represión policial dice presente en una de las carreteras cortadas, golpean a la prensa y le quitan material.
El sábado por la mañana se reúnen la C.O.B y el gobierno, curiosamente el tema desaparece de los medios.
Tras 36 horas de reunión (parece mucho, pero así fue con algunos intervalos) se llegó a un acuerdo del 11% asegurado por el gobierno y la formación de una comisión (gobierno-C.O.B) para resolver de dónde se sacará el otro 1% (y así llegar a un 12% de aumento),  ya que los trabajadores pedían al gobierno que toque las reservas o se endeude, y el gobierno dijo que cuidaría ese patrimonio que es de todos los bolivianos y no solo de los asalariados (que son minoría en Bolivia por la cantidad de trabajo informal).
La dirigencia de la C.O.B salió un poco avergonzada de la reunión y pidió que se levanten todas las medidas. La huelga y los bloqueos se levantaron, aunque el conflicto no se ha cerrado.
                        

Después de haber participado de varias charlas y debates, inclusive de haber presenciado el ampliado de Potosí, apreciaciones del que escribe:

1-      Se le reclama a Evo que se alejó del pueblo.
2-      Se le reclama que las políticas económicas siguen siendo las mismas que durante el neoliberalismo.
3-      Se le critica que el MAS abrió demasiado las puertas y se infiltró la derecha, considerando que es hoy quien lo maneja. La crisis puertas adentro del MAS es inevitable, quizás un retroceso y cierre de filas recupere la adhesión popular.
4-      La dirigencia sindical, no actuó por consenso y con mesura en cada una de las decisiones, se radicalizaron las bases y ahora piden la cabeza de los traidores u oportunistas políticos, lo que genera conflictos internos también en la C.O.B.
5-      La economía boliviana sigue siendo en su mayoría informal y trasnacional, lo que genera un país rico con un estado pobre.
6-      La sociedad que en principio participó del cambio con el presidente Evo Morales se despolitizó.
7-      El intento de aplicar el “gasolinazo” disparó la inflación desmedida y aprovechada por algunos sectores.
8-   El desafío para los próximos años es, sin lugar a dudas, en el aspecto económico, ya que la batalla cultural trajo muchísimas reivindicaciones.
9-   Los grandes medios de comunicación siguen estando cada vez más en contra. Como en Argentina, Ecuador y Venezuela, son los que articulan e impulsan la oposición. Al menos en Potosí, no hay una opción mediática de importante llegada a la población, que no sea ni el canal público, ni los medios privados.
10-  La sociedad boliviana camina hacia un punto de polarización entre los que están con el gobierno (con sus críticas hacia adentro) y los que no están con él, aglutinados de derecha a izquierda (con críticas hacia afuera).

No hay comentarios:

Publicar un comentario