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5 de julio de 2012

San Cristóbal y otra experiencia de comunicación


Después de un mes y medio en el calor de Maracaibo (sobre todo calor familiar), nos fuimos para San Cristóbal, en le Estado Táchira. Otra vez cerca de la frontera con Colombia, pero por un lado diferente al que habíamos entrado.

Esta vez nos esperaba la gente de RAJULI, con quien ya nos veníamos escribiendo. Nos invitaron a participar de unos talleres que iban a realizar en un pueblos llamado Laguna García.

La bienvenida fue espectacular: nos recibieron con chinchurrias (chinchulín en Argentina), carne y cervecitas.

Asadito Argento-Venezolano
Calles de San Cristóbal

No siempre pasa pero de vez en cuando no esta nada mal que pase...

Después de unos días en la casa de Fredy y Mary, ya habíamos encontrado nueva familia. Gente linda con la que compartimos muchas cosas. Charlas, ideas, música, hasta algunos paseos.
Domingo de paseo en la parte verde de San Cristóbal
el famoso Chorro del Indio...

A los días de llegar nos fuimos para Laguna García. Un pequeño pueblo venezolano, donde campesinos organizados esta intentando poner al aire una radio. La idea principal de RAJULI, es ser una escuela de comunicación popular itinerante, para apoyar y fortalecer los procesos populares donde la comunidad sienta la necesidad de expresarse.

camino a Laguna García
En el pueblo, como pasa algunas a veces, la información es difícil hacerla circular. No hay señal de celular, ni internet y casi no existen los teléfonos de línea. Entonces termina habiendo un poco falta de condiciones para hacer el taller. Algo se pudo hacer y también nos sirvió para conocer el lugar, charlar con la gente de la comunidad y aprender más del trabajo de los cumpas.

Camino a Laguna García, algo muy curioso:
un policía simpático y además a cargo de la radio Ecos del Uribante
Uno de los miles de murales de las paredes venezolanas en Laguna García

Los lazos con los rajulianos siguieron creciendo, como así también la amistad con la familia, a esa altura ya teníamos nueva mama postiza: Mary, quien siempre estaba pendiente de nosotros y de todos...
en familia

Fueron unos días de mucho intercambio en San Cristóbal, una ciudad pequeña y tranquila, donde la distancias cortas lo provocan a uno caminar y caminar.

En esas semanas ayudamos con unas cosas de radio que tenían que hacer los cumpas, Mary no cortó el pelo, Pau cambió de color, y además, gracias a la buena onda de la familia RAJULIANA, que nos ayudaron para contactarnos con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, pudimos planificar dos hermosos talleres de comunicación y radio comunitaria. A parte de sumarnos unos pesitos a la alcancía, fueron dos experiencias muy ricas para nosotros que contaremos en el próximo post.

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