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31 de diciembre de 2010

La partida

Como todo viaje de estas características…las improvisaciones e impredicciones son recurrentes y la base misma del periplo…
Así que la partida tuvo su impredicción primero, que nos tiró un poco abajo…pero como no hay mal que por bien no venga…llegó la improvisación llena de alegría….
Fue un poco larga la espera para partir esperando el llamado de un conocido camionero que nos dijera alcen las mochilas que nos vamos…la primera parada ya estaba elegida: Pinto-Santiago del Estero, donde está la FM Inti Manta, la cuarta radio del Mo.Ca.Se. – Vía Campesina (Movimiento de Campesinos de Stgo. del Estero).
Los días pasaban…y sin fecha las despedidas eran con sabor a medias…así que llegó un día que dijimos movamos la energía. Nos fuimos para la estación de tren de Retiro…en busca del famoso tren a Tucumán, pero para nuestra sorpresa...ese tren tenía algunas paradas antes ¡y una era Pinto!
Luego vino la recaída…cuando vimos el cartel que decía: “hasta marzo no hay pasajes”…pero sabíamos que no era casualidad que justo parara en Pinto…así que sin pensarlo un instante decidimos que ese sería nuestro transporte contra todos los avisos de pasajes agotados…
Así fue que la noche del jueves 16 de diciembre nos quedamos en vela armando todo…a las 7.oo  del viernes paso Sebas a buscarnos y nos llevó a la estación…la boletería abría 8.30, sin embargo ya había como 20 personas en la fila…y claro si la gente saca los pasajes tres meses antes…por eso al vernos con todas las mochilas encima y en la fila para sacar pasajes para dentro de dos horas...nos miraban con cara rara.
Llegó la hora, las puertas se abrieron y Dardo estaba allí organizando un poco la entrada a la boletería. Nuestra primera ayuda aunque sin saberlo fue la mujer de adelante nuestro, que a pesar de habernos inspirados pocas esperanzas con su mirada…nos dijo “vamos vayan, acérquense a preguntar”. Pato no lo dudo y se acercó a Dardo, que claramente hasta ese momento no sabíamos su nombre, pero enseguida volvió cabizbajo…le dijo que casi imposible que consiguiéramos que estaba todo lleno…casi al instante que Pato vuelve a la fila…vemos que Dardo nos hace seña…nos miramos “¿será a nosotros?”…cargamos las mochilas...dejamos la fila y fuimos a su encuentro…nos mira y nos dice “chicos préndanle una vela al santo” señala a un chico y dice “este pibe viene a devolver dos pasajes”…fue un shock de sensaciones juntas…alegría, emoción, nostalgia….
Dardo, el primer padrino del viaje, dijo “no se separen del pibe” y eso hicimos, él devolvió y nosotros compramos en el momento, listos a partir por una quinta parte de lo que costaba el micro.
Así fue… mensaje de despedidas a algunos, esperamos a Mónica la mamá de Pau que vino a saludarnos y pasamos a andén del tren.
Cuando pasamos fue como por inercia como lo viajes que hacíamos todos los días al trabajo como un viaje más, sin darnos cuenta que era el comienzo de lo que esperamos sea un largo viaje.
Retiro-en tren-Pinto
Arriba en los asientos, cinco minutos y empieza a moverse lentamente, como si una fuerza especial haga más largo el momento de la partida.
Sin saber por qué pero solamente sintiéndolo, lo que pensamos que sería un mero trámite y como un alivio de salir de esa ciudad natal que nos agobiaba el último tiempo, no fue así… sino que de golpe los ojos de Pato se llenaron y desbordaron solos,  la respuesta después de un momento de silencio, abrazo y lágrimas ya en ese momentos compartidas, fue que hacía muchos años que esperábamos esta partida.
Bueno, el tren para que contar mucho sino que estaba impecable, siempre limpio. Cada tanto pasaba la gente de limpieza, había bidones de agua potable y precios populares en la cafetería.
A eso de las 2.30 del sábado un encendedor en la oscuridad nos venía a buscar, como siguiendo apadrinando el viaje, “chicos no se me duerman que en un rato llegamos a Pinto, les abro aquella puerta” y en eso el tren paró, bajamos,  buscamos las mochilas en el primer vagón y a esperar al cumpa del Mo.Ca.Se, que ya durante el viaje nos había estado mandando mensajes para coordinar el encuentro…sin conocernos ya sentíamos que nos cuidaba.
Después de 40 minutos y algunos mensajitos…a eso de las 4.oo apareció el cumpa Javier “Cototo” que recién llegaba de Tucumán… llegó, saludó y solo miraba, después de un rato preguntamos si era Javier y sí era él.
Luego de otro silencio cargamos las mochilas y empezamos a caminar rumbo a la radio…ahí estábamos conociendo a nuestro segundo padrino de este camino…
Siguieron diez días compartiendo con los cumpas mitad en el pueblo, en la radio, y mitad en el campo con la familia Aguirre….toda esa vivencia será un capítulo nuevo que nos llevará más tiempo…trataremos de subirlo en breve pero como sabrán…la conexión en viaje no es tan sencilla…
Recibiremos el 2011 en Amaicha, un hermoso pueblo de Tucumán….

1 comentario:

  1. Quiero saber mas!!!!

    che, una vez que encuentran conexion a internet aunque sea hagan un update completo, no nos dejen a mitad de camino de las anecdotas!!!!!

    Seguire esperando novedades de los viajeros... no me queda mas remedio

    besos a los dos, se que el 2011 los debe haber encontrado más qeu felices

    Flora

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