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11 de septiembre de 2012

“FM Aldeas, orgullosamente campesina”

Cuanto más tiempo pasa, cada vez se nos hace más difícil poder expresar, y más en palabras escritas, las sensaciones de todo lo que estamos viviendo. Pero lo seguiremos intentando...

Cuesta arriba

Como ya contamos, fue bastante complicado y enredado contactarnos con Omar, el director de la radio comunitaria Aldeas FM. Pero no solo eso fue lo difícil, sino que también nos costó llegar a Los Nevados. Allí está la radio, en la cima de una montaña. 


entrada a la radio


Hace unos años, una de las formas de llegar a ese pueblo (que está a 2750 m.s.n.m.) era mediante un teleférico, el más alto y largo del mundo. Se llegaba hasta la última parada y luego tocaba una caminata de cuatro horas. Pero desde hace rato este teleférico está cerrado porque lo están remodelando, y según dicen también será el más moderno. 

Así es que hoy para poder llegar a Los Nevados, ese pueblo de ensueños, hay que tomar una camioneta que sale todas los días, por la mañana, de la plaza Las Heroínas. El viaje dura unas tres horas. Pero el detalle es que hay que ir por camino de montaña, súper empinado, bordeando el precipicio. Si hay suerte y no llueve, todo marcha bien. Sino a respirar hondo, a rezar el que sea creyente, o confiar ciegamente en el piloto. Porque el barro complica demasiado algunos tramos. Para nosotros, el tema era un poco más complicado, por lo que valía el costo de ese viaje. 

en camino...

Así fue que como pasó con Omar, estuvimos unos días moviéndonos de un lado para el otro, hablando con uno y otro, para ver cómo poder viajar. Finalmente, gracias a la ayuda del “Ministerio del Poder Popular para la Cultura” (gabinete Mérida) y la asociación “Amigos del Teleférico”, ¡logramos llegar a Los Nevados! 

con ustedes: Los Nevados...

Idas y vueltas

Nos bajamos de la camioneta, caminamos unos 100 metros por un camino empredado y muy empinado, y llegamos a la radio. Miramos y todo parecía cerrado.

Vemos a uno de los vecinos de enfrente y le preguntamos por Omar. Resultó que no estaba, que estaba por unos días en la ciudad, y nadie sabía cuándo volvía. ¿Y la radio? Bueno, se había cortado la luz (cosa que resultó ser muy habitual) y por eso estaba cerrada y no había nadie. Nos miramos preguntándonos: “¿y ahora?”

La cabina de la radio estaba en un espacio adelante de la casa de Omar. Había un patiecito así que dejamos las mochilas y nos sentamos en un banco a esperar...vaya a saber uno qué. 

Al rato, apareció Karina, una joven operadora. Le contamos la situación y se fue a tratar de comunicar con Omar. Parecía que no llegaría ese día. Así fue que pasamos todo el día en la puerta de la radio, sin saber mucho qué hacer. La gente pasaba y nos miraba, pero costaba entrar en confianza. Llegó la tarde, el frío empezó a acompañar, y se hizo de noche. Y nosotros en el mismo lugar. Por suerte estamos preparados para casi todo...así que sacamos la carpa y la armarmos en la puerta de la radio.

aquí dormimos las dos primeras noches

Al día siguiente, a desarmar la carpa y esperar. La cosa no cambió mucho. A Omar se le había complicado y por unos días no podría llegar. La decisión: irnos al otro día sin pena y sin gloria. 

Solo habíamos podido intercambiar lindas charlas con dos integrantes más de la radio Marina y Rita. Esa mañana mientras hacíamos tiempo para que saliera la camioneta, fuimos a conocer el infocentro estatal y de acceso gratuito para la población. Allí conocimos a Ada, quien sin saberlo se convertiría en una de nuestras señales. Antes de irnos, nos dice: "vi su proyecto muy lindo lo que hacen". Le contamos lo sucedido y que era una pena pero que en las condiciones que estábamos (con la carpa en un lugar medio como polisones y sin baño) no podíamos quedarnos más. Y nos fuimos a caminar un rato por las montañas. Miramos a nuestro alrededor. Ese lugar tan mágico y que tanto nos había costado llegar. Y pensamos: “¿irnos así como si nada?” 

En ese momento se nos encendió la lamparita. Para aplacar el sin sabor, ¿por qué no ir a la escuela y proponer unas actividades con los niños? Solo necesitábamos que alguien nos preste un lugarcito para poner la carpa. 


Volvimos a hablar con Ada... luego de un rato se le ocurre conectarnos con otra vecina, que es muy solidaria. Y sí que lo fue. Ella tenía una hostería, donde adelante había un espacio verde muy grande. Así fue que nos dejó poner la carpa ahí...lo más importante que teníamos ¡un baño a disposición!

De a poco empezamos a entablar relación con uno con otra...e hicimos unas lindas actividades en la escuela. Escribimos y subimos audio sobre esta experiencia en nuestra AUDIOTECA (ver aquí).

Transmitiendo desde la cima

Finalmente, cuando ya estábamos por irnos, llegó Omar. Y allí todo cambió. Nos mudamos a su casa y dormimos en un hermoso soberado, y sobre todo compartimos muy lindos días, momentos y charlas con él, Yaja y varios vecinos más que participan en la radio. Terminamos quedándonos como dos semanas y media más. Aportando en lo que podíamos, trabajando en conjunto, instalando software libre...

Rita en su programa

Aldeas FM, es una radio comunitaria que transmite desde lo más alto de Venezuela. Hace 8 años, una locura, un sueño. Hoy, una realidad. Una asamblea en el éter, en donde todas y todos los habitantes de las nueve aldeas que conforman Los Nevados, tienen derecho a expresarse.

Marina, una joven operadora

Desde la escuela, desde una cayapa (trabajo comunitario), desde los consejos comunales... Aldeas FM siempre está presente, emitiendo para que todos conozcan qué pasa en su comunidad y puedan dar su opinión.


Omar al aire en su programa "Noche campesina"

La emisora creció mucho desde que arrancó con el primer transmisor artesanal. Hoy cuenta con equipos de última tecnología y está construyendo su nueva sede, gracias al apoyo por parte del Estado venezolano. Aldeas FM sigue con su trabajo de hormiga, creciendo, juntando experiencias y aprendiendo todos los días. Una radio de y para campesinas y campesinos, para mujeres, hombres, niños y todo quien quiere sentirse parte.

Como dijimos, la emisora pronto tendrá nueva casita propia. Son los habitantes del pueblo quienes están construyéndola. Un día nos invitaron a aprender cómo hacer ladrillos de adobe...fue nuestra primera experiencia... así que una de las paredes tendrá dos ladrillos hechos por ¡nuestras propias manos!





2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Qué linda nota de mi Mérida hermosa!! las aventuras en los andes tropicales siempre son así, bonitas! Excelente el trabajo de la radio campesina y excelente el proyecto de radio mochila!! Mando un saludo desde Baires y agradezco además, algunos comentarios recibidos sobre el radio teatro que hicimos de José Gregorio Hernández, a quien creo que conocieron por allá por Los Nevados :-) Un abrazo... Meli...

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